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La práctica milenaria del yoga era al principio, en su punto más tradicional, una práctica meditativa. Nació en la zona del valle del río Indo (actuales Afganistán, Pakistán y noroeste Indio). Las posturas eran muy pocas, y sobre todo sentadas e inmóviles, para meditar.

 

Con la aparición de la filosofía Tántrica, en el siglo VII, los yoguis empiezan a incluir más movimiento, a cantar Mantras, e involucran más al cuerpo, como una oración en movimiento. De esta práctica deriva el Hatha yoga, más cerca de lo que seguimos practicando en nuestra era moderna.

 

La palabra Yoga viene de la raíz sánscrita yuj, que significa literalmente unir el carro con los bueyes. Yoga es la unión de la mente con el cuerpo. En un lado más espiritual, es la unión de la consciencia individual con una consciencia suprema, y es el camino mismo de esta unión.

 

Que nos acerquemos al yoga como ejercicio físico, para la práctica meditativa o bien espiritual, creo que tod@s podemos llegar a sentirnos profundamente impactados y aprender mucho de nosotros mismos y de nuestro entorno. A través de lo que adquirimos y practicamos en la esterilla, podemos desarrollar una escucha más profunda de nosotros mismos, sentir más empatía y volver a conectar con nuestra intuición.

 

Nuestro día a día suele ir muy rápido, con muchas distracciones y ruidos externos e internos. Está lleno de actividades, pensamientos, preocupaciones, alegrías, emociones y retos. Por eso, somos cada vez más personas buscando equilibrio interno, calma y paz.

 

 Te propongo unas clases que buscan balance entre dinamismo y suavidad. Practicaremos meditación, ejercicios respiratorios (Pranayama), y posturas (Asanas), de manera fluida. Lo más importante, en mi opinión, es escucharte, y observar las sensaciones internas. Te quiero ayudar a despejar la mente, y aceptar donde te encuentras en este momento, con tus limitaciones y tus fortalezas.

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​No buscamos borrar los pensamientos, o aplicar un bálsamo mágico en las dolencias físicas. Es un trabajo personal que requiere disciplina, y paciencia.

 

A través del movimiento, apuntamos a un cuerpo más sano, con menos dolencias, lo que nos permitirá mantener un estado mental estable y en paz.

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Gracias por tu interés 🙏🏻 Namaste

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Déborah