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Presentación

anjali mudra meditación

Me llamo Déborah, soy de Francia, y llevo unos 6 años en España.

Empecé a practicar yoga por pura curiosidad, tenía una vaga idea sobre esta práctica que a priori era relajante pero también física. Sin saber mucho, me dejé llevar, y enseguida me gustó mucho. Empecé sobre todo a practicar Yin yoga, un estilo muy pasivo y lento. Me permitió bajar la tensión, y la agitación constante de mi mente.

Fue realmente en 2020, durante el confinamiento, que la práctica de yoga me ayudó muchísimo. Aprendí que yo era mi propia casa, me sorprendió descubrir mi fuerza interna y física, lo que podía lograr, y lo que no. Mi práctica se volvió diaria, y sigue siendo así. Me enseña todos los días a escucharme, a encontrar mi autenticidad y mi arraigo, incluso durante los días en los que no tengo ganas de practicar, o en los que me siento desanimada.

 

Una de las cosas que más me ha afectado del yoga es el hecho de que no es una competición. Tendemos a compararnos con la persona de al lado, o a querer hacer más. Al principio, quería ser más flexible, probarme a mi misma que podía hacerlo todo. Pero he aprendido a aceptar mis limitaciones y dificultades, que sean físicas o mentales, ir un paso atrás cuando es necesario, y también abrazar mis fortalezas. Y estas enseñanzas, trato de llevarlas a fuera de la esterilla también.

Para profundizar mi conocimiento, y con el deseo de compartir los beneficios de esta maravillosa práctica, hice el curso de Hatha Vinyasa yoga de 200 horas, en la escuela Yoga Bindu de Barcelona (2021-2022). También hice una formación de yoga para el embarazo y postparto, en la escuela Mamayoga de Barcelona (2024). Estos cursos han sido muy enriquecedores, también a nivel de la Historia del yoga, las enseñanzas espirituales, el canto de Mantras, o incluso el Ayurveda (medicina tradicional india). Estoy muy ilusionada de poder compartir este conocimiento y seguir aprendiendo cada día.
 

Sé que puede dar miedo empezar a practicar. Al principio cuesta seguir todas las posturas, o meditar con tantos pensamientos en la cabeza. Acuérdate que el yoga no te requiere hacer posturas perfectas, ser súper flexible o saber hacerlo todo como tu compañero/a de al lado. Es un camino profundo y personal, y aunque sea muy difícil a veces, con tiempo conseguirás dejarte llevar. Forma parte también de esta enseñanza de paciencia y humildad, vale la pena!

Si ya eres un/a practicante más avanzado/a, espero poder seguir acompañándote en este camino, sería un placer poder compartir mi conocimiento, guiarte, y también aprender de cada alumno/a.

Puedo dar clase en castellano, francés o inglés.

Mil gracias por tu interés, quedo disponible para cualquier pregunta o duda.

Déborah

gato en esterilla de yoga
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